El test de Snellen es un gráfico que mide la agudeza visual (claridad y agudeza de la visión) de las personas y fue creado por Herman Snellen en 1862. Fue uno de los primeros avances en la historia de la visión y la salud ocular desde que se inventaron los anteojos en el siglo XIII. Fue parte de un movimiento más amplio en ese momento que hizo de la oftalmología, el estudio y tratamiento de trastornos y enfermedades del ojo, la primera especialidad de la medicina orientada a los órganos.1
Hasta el siglo XIX, la medición de la agudeza visual no había cobrado mucha relevancia. Existen referencias en la antigüedad con respecto a la medición de la agudeza visual de una persona por su capacidad para distinguir estrellas dobles. Por ejemplo, en 1623 Benito Daza de Valdés, un notario de Sevilla, que sirvió a la Inquisición, desarrolló un modelo precursor del test de Snellen que se basaba en semillas de mostaza. Con este test medía la distancia en la que una persona dejaba de poder ver una fila de semillas y luego letras pequeñas. A partir de esas mediciones, publicó un libro en el que determinó el grado de concavidad y convexidad con el que se deben hacer las lentes para anteojos.
Durante ese tiempo, cuando las acusaciones de herejía estaban a la orden del día, muchos miembros de la Iglesia creían que los anteojos o bien eran magia del diablo o esfuerzos para derrotar el plan divino de Dios de infligir enfermedades a los ancianos. Daza de Valdés defendió los anteojos contra quienes los consideraban una herejía2:
“La invención de los anteojos parece haber venido del cielo, de donde también vinieron los ojos.”
La siguiente persona que intentó crear un test ocular estandarizado fue Heinrich Küchler, un oftalmólogo alemán que desarrolló una tabla optométrica que constaba de símbolos comunes (utensilios agrícolas, cañones, pájaros, ranas…) que pegó en una hoja de papel de tamaño decreciente. Unos años más tarde, modificó su tabla para usar letras del alfabeto en una serie graduada. Fue publicado en 1843 y casi olvidado.
En 1854 Edward Jaeger von Jaxtthal, un oftalmólogo vienés, publicó una serie de muestras de lectura. Como Viena era una ciudad internacional, las hizo en varios idiomas y estas tuvieron bastante difusión. Debido a la variedad de tipos de letra que convivían en estas muestras, las pruebas de visión no estaban estandarizadas y tampoco se podían usar para evaluar la visión de lejos1.
Mientras tanto, Francis Cornelius Donders, de los Países Bajos, que había dedicado su vida a la oftalmología, se dio cuenta de que era necesario realizar pruebas y mediciones de agudeza visual mucho mejores y estandarizadas.
Donders, junto con sus colegas Sir William Bowman, Herman von Helmholz y Albrecht von Graefe, crearon la especialidad de Oftalmología. Donders estaba trabajando en estudios sobre refracción (la forma en que nuestros ojos doblan la luz para una visión clara) y acomodación (la forma en que nuestros ojos se ajustan para enfocar en la distancia o la cercanía).
Creó una fórmula para definir la agudeza de la visión mediante la definición de un "ojo estándar", y luego calculó el aumento que el paciente necesitaba para alcanzar el mismo nivel de rendimiento de visión que el ojo estándar. El grado de aumento requerido era una medida de la agudeza visual. Por ejemplo, si un paciente necesitaba dos veces el estándar, la agudeza visual se calculaba a la mitad del estándar o 0.51.
Donders se dirigió a Herman Snellen, un colaborador médico también de los Países Bajos, para encontrar una escala de medición que le ayudara a implementar su fórmula. Snellen comenzó a trabajar en gráficos, primero utilizando imágenes y símbolos abstractos. En 1862 se decidió por una cuadrícula de 5x5 usando letras y números estilizados, a los que llamó "optotipos", como una forma más práctica de comunicarse entre el paciente y su médico, y así nació la conocida prueba de la tabla optométrica que todos conocemos: el test de Snellen1.
El cuadro de Snellen original fue un hito, pero solo se basaba en letras utilizadas en el alfabeto inglés, lo que no era práctico para aquellos que no sabían leer o no estaban familiarizados con ese idioma. Para solventar ese problema en 1868 Snellen ideó un gráfico que podría usarse con personas analfabetas: la “E” rotativa. Ese mismo año, el Dr. John Green de St. Louis, EE. UU. quien había trabajado anteriormente con Snellen, mejoró el gráfico haciendo más regular la progresión en el tamaño de la letra y sugiriendo el uso de un tipo de letra más fácil de leer.1
Gracias a la colaboración e innovación de todas estas personas, el cuadro de Snellen se ha convertido en una de las pruebas visuales más conocidas del siglo XX. Hoy en día se acepta como el estándar de medición de la agudeza visual, lo que lo convierte en una de las contribuciones más revolucionarias a la oftalmología hasta la fecha.
Colenbrander, A. The historical evolution of visual acuity measurement. Vis Impair Res. 2008;10: 57–66.
Portraits of European Neuroscientists. Benito Daza de Valdés. [Internet; cited November 2018] Available from:
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