Hospital Universitario Poniente El Ejido Almería

Proyecto dentro del Servicio de Urgencias, que se centra en dos aspectos fundamentales: la protección de la intimidad y el cuidado de la información que se da a pacientes y familiares. Intentan ponerse siempre en su piel, con la instalación de cortinas, pilotos luminosos, o mejoras en el control de ruidos y luces para el descanso.

Nace con el objetivo de concienciar y dar visibilidad a todos los profesionales de materno-infantil, y destacar su labor diaria centrada en el desarrollo de los recién nacidos. Estas acciones van desde disminuir el sufrimiento y el estrés durante sus primeros días, favorecer su desarrollo neurológico, a hacer partícipes a los padres del proceso.

A partir de las dudas e inseguridad de los papás, especialmente los primerizos, se les ofrece todo tipo de información y consejos, a través de vídeos interactivos, para que refuercen conocimientos y se vean capaces de llevar a cabo los cuidados que sus hijos necesitan. Todo con el apoyo constante del equipo de enfermería.

Detectaron que había una necesidad de adaptar el centro y los servicios a las necesidades de las personas con trastorno del espectro autista. A partir de ahí adoptaron medidas como agilizar la asistencia, facilitarles unas salas de espera tranquilas, acordes a sus necesidades, minimizar las esperas y explicarles con detalle el procedimiento.

Nace en 2019 para optimizar el servicio de citas con consultas externas. La idea es conciliar y unificar citas, intentando que acuda al hospital las menos veces posibles. También teniendo en cuenta a las personas dependientes y a sus cuidadores. Así consiguen evitarles desplazamientos y facilitar la labor de los cuidadores.

Proyectos del área de hospitalización, medicina interna y neumología, dirigidos siempre a la humanización: como mejorar el descanso de los pacientes, controlando ruidos e iluminación para mejorar su recuperación, o crear vínculos con los pacientes colgándose fotos sonriendo durante la pandemia.

Surge en la unidad de farmacia, para reducir los errores en la administración de medicamentos. Una vez que llegan los pacientes, se les da su tratamiento, pero ahí no termina. Unos días después les llaman por teléfono, se les pregunta cómo lo llevan, si tienen dudas, si han tenido algún efecto adverso para comunicárselo al especialista…

En el hospital atienden cada día a pacientes con barreras idiomáticas y socioculturales, lo que dificulta primero para ellos hacer entender su sintomatología, y después que comprendan el diagnóstico, tratamiento o medicación. Por ello crearon la figura de una mediadora, que facilita la comunicación entre paciente y profesional.

Está dirigido a padres con hijos ingresados en neonatología, para que puedan mantenerse cerca y crear el vínculo con sus pequeños, sin tantos desplazamientos. También permite a los profesionales incluir a los padres en el proceso y que tengan un papel más activo, además de que conocen y comparten el momento con otros padres.

Es un proyecto para la atención en los casos de duelo perinatal. Crearon un protocolo que les permite estar más cerca de los padres en esos difíciles momentos, entregarles un librito y una caja de recuerdo, prestar un apoyo psicológico, y cuidar qué decir para no ocasionarles más daño del que ya sufren.

Surge en tiempo de COVID-19, en este caso con los pacientes renales crónicos, que muchas veces pasan por momentos difíciles en los que necesitan un abrazo o cogerles la mano, lo que no fue posible por la pandemia. Para intentar compensarlo, repartieron “vales por un abrazo”, como forma de transmitir cariño y cercanía.

Cuentan con una comisión técnica cuya principal labor es facilitar. Cuando un profesional del centro tiene una idea para mejorar algún aspecto o servicio, la comisión ayuda a que se convierta en proyecto. Luego crean grupos de trabajo con una metodología clara, para llevarlos a cabo de forma autónoma.