La enfermedad de Alzheimer generalmente avanza lentamente y en las fases tempranas se caracteriza por la presencia de algunos síntomas como la dificultad de recordar nombres, de realizar tareas en entornos sociales, perder objetos, tener problemas de planificación o de desorientación de tiempo o lugar, entre otros1.
Un diagnóstico temprano del alzhéimer es fundamental, ya que el cambio de rutinas (alimentación, ejercicio físico, dormir adecuadamente, etcétera) puede retrasar el avance de los síntomas, y permite realizar un abordaje más preciso.
La campaña ¡Recuérdalo! pretende concienciar sobre una enfermedad de la que aún se sigue hablando muy poco y que es difícil de detectar a edades tempranas.
En la mitología griega se habla del río Lete (Lethes en latín) como uno de los cursos de agua que hay en el Hades, el inframundo griego. De él se dice que todo aquel que surque por sus aguas o se digne a beber de ellas perderá la memoria para siempre. Los romanos también se vieron influenciados por las historias que contaban los autóctonos, que decían que el río Limia desembocaba en el Más Allá, haciéndote perder tus recuerdos al cruzarlo.
Décimo Junio Bruto fue enviado a Hispania para tratar de conquistar al irreductible pueblo galaico. Llegó a las orillas del rio Lethes (actual rio Limia), y en el momento en que se disponía a cruzar sus aguas vio que sus hombres no le seguían asustados por las historias que se contaban. El general decidió cruzar el río y cuando llegó a la otra orilla hizo una señal a sus soldados y comenzó a gritar, uno a uno, sus nombres. De esta forma, demostraba que el Limia no era el infernal Lethes de la mitología griega y sus aguas nada tenían que ver con la pérdida de la memoria. Décimo Junio Bruto terminó con la leyenda del olvido provocado por Limia.
Las personas que la padecen van perdiendo las células y conexiones nerviosas del cerebro, lo que afecta a la memoria, el lenguaje y los procesos de pensamiento, y también a su comportamiento. Se trata del tipo de demencia más común, con un gran impacto además en los cuidadores, familiares y la sociedad, en general.
La Sociedad Española de Neurología (SEN) calcula que en España hay unas 800.000 personas con esta enfermedad, que afecta a entre un 5 y un 10% de los adultos mayores de 65 años. Unas cifras que se duplican cada 5 años hasta alcanzar una prevalencia de aproximadamente el 50% en la población mayor de 85 años2.
Según los investigadores, el origen del alzhéimer está relacionado con dos proteínas: la llamada TauU, que con el tiempo se acumula y forman ovillos dentro de las neuronas, y las beta-amiloide, que se acumula lentamente entre las neuronas y se agrupan formando placas volviéndose tóxicas para el cerebro.
La mayoría de las personas presentan algunas placas y ovillos a medida que envejecen, pero las personas con enfermedad de Alzheimer tienden a presentar mucho más de lo normal, empezando en áreas clave para la memoria y extendiéndose después a otras zonas del cerebro.
El alzhéimer es una enfermedad crónica, de larga evolución, normalmente de alrededor de 10 -15 años, pero puede variar mucho, existiendo casos de evolución relativamente rápida3.
La etapa inicial suele durar de tres a cuatro años, y se manifiesta en personas menores de 65 años1 a través de diferentes síntomas (carrusel abajo) que pueden llegar a causar episodios depresivos o cambios de personalidad. En general, en esta fase los afectados aún pueden vivir de forma independiente3.
Una de las señales más comunes del alzhéimer, especialmente en las etapas tempranas, es olvidar información recién aprendida.
Como recopilar datos, observar y recordar, comparar y contrastar.
Sentimiento de profunda tristeza.
La apatía es un estado de falta de interés e iniciativa y actividad reducida. Es un síntoma muy común de la enfermedad de Alzheimer.
Otra de las señales que caracteriza al alzhéimer prodrómico es olvidar fechas o eventos importantes.
Colocar cosas fuera de lugar o perder cosas sin tener la capacidad de buscarlas es otra de las características del alzhéimer.
A las personas con alzhéimer en etapas tempranas se les olvidan las fechas, estaciones y el paso del tiempo.
Esto se debe a la falta de concentración.
Dificultad de comunicarse mediante el habla, la escritura o la mímica.
Un diagnóstico temprano del alzhéimer permite realizar un abordaje más preciso.
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